Nadie
puede negar que la gastronomía mexicana es una de las más famosas
del mundo, siendo apreciada en una infinidad de restaurantes
distribuídos por muchos países. Ahora bien, mucha gente se confunde
a la hora de identificar cada plato. Por eso, abajo os ayudaremos a
hacer la distinción entre cada una de esas maravillas a nuestro
paladar:
Platos típicos mexicanos |
Sin
embargo, más allá de los platos que gozan de renombre
internacional, hay ricas y variadas tradiciones culinarias a lo largo
de todo el país. Los sabores, aromas y texturas de la cocina
tradicional mexicana son una grata sorpresa para los sentidos,
especialmente los productos exóticos como los gusanos de maguey,
hormigas y chapulines fritos.
La
inigualable fusión de sabores en los platos típicos es un deleite
para los paladares más exigentes.
Gusanos de Maguey |
![]() |
Escamoles (hormigas) |
Chapulines fritos |
Es importante tener em cuenta que el
acto de cocinar en México es considerado una de las actividades más
importantes, ya que cumple una función social al integrar rituales
determinantes, tales como la instalación del altar de muertos o la
fiesta de quinceañera.
Una de las características de la
gastronomía mexicana es que no hacen distinción entre la llamada
cocina cotidiana y la alta cocina. Así, aunque existen platillos
típicos festivos, como el mole o los tamales, estos
pueden consumirse cualquier día del año, lo mismo en una casa
particular que en un restaurante lujoso o en una pequeña fonda sin
un valor ritual especial.
La gastronomía mexicana es el
resultado de un mestizaje culinario y representa en mucho la visión
que los mexicanos tienen del mundo. De esta forma, la zona norte del
país, de clima más agreste y seco, ofrece una cocina más bien
austera, de sabores sencillos; en cambio, en el sureste, donde la
tierra es más generosa, se da una explosión de sabores con una
cantidad hasta ahora desconocida de platillos y recetarios locales.
En las zonas urbanas, debido a la
integración de las mujeres a la fuerza laboral, se ha ido perdiendo
la tradición de cocinar en casa. En essa región, la gente suele
acudir a las fondas para comer fuera a mediodía de forma económica
y sin un reservo de las recetas tradicionales.
La gastronomía mexicana, de tan importante y especial, desarrolla un papel central en la novela "Como agua para chocolate" (1989), de Laura Esquivel, adaptada homónimamente para el cine en 1992.
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