sábado, 5 de setembro de 2015

Rigoberta Menchú - La fuerza femenina desde Guatemala

Rigoberta Menchú nació en San Miguel Uspantán, en el departamento de El Quiché. Es hija de Vicente Menchú Pérez, un campesino indígena activista en la defensa de las tierras y los derechos de su pueblo; y Juana Tum Kótoja, indígena partera (tradición indígena pasada de generación en generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos).
Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas de Guatemala, que viven en la pobreza extrema. A los cinco años comenzó a trabajar en una finca de café, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala.
De joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1979 se hizo miembro fundadora del CUC (Comité de Unidad Campesina) y de la RUOG (Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca), de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
Mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla tras la tortura y asesinato de diversos miembros de su familia, ella inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos que tenían de objeto a los campesinos indígenas. Ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica.
Para escapar de la represión, se exilió en México, donde publicó su autobiografía en 1983, a través de la cual su mensaje recorrió el mundo y fue escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias. En 1992 su labor fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Menchú se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indígenas americanos.


Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico “Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia”, escrito por Elizabeth Burgos a partir de las conversaciones entre las dos.




Nenhum comentário:

Postar um comentário